BRASILIA, BRASIL. — La Cámara de Diputados de Brasil acordó este miércoles debatir con carácter de urgencia un proyecto de ley que propone endurecer las normas para la realización de un aborto, equiparándolo con homicidio si se realiza después de las 22 semanas de embarazo.
La propuesta, presentada por el diputado Sóstenes Cavalcante del Partido Liberal (PL), liderado por el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, busca modificar el Código Civil para establecer penas similares a las de un homicidio para aquellas mujeres que interrumpan su gestación después de las 22 semanas.
El carácter de urgencia para el debate, aprobado por la mayoría conservadora de la Cámara Baja, permitirá que el proyecto se tramite con mayor celeridad y llegue directamente al pleno de los diputados.
Actualmente, en Brasil el aborto es legal solamente en casos de violación, riesgo de muerte para la madre o anencefalia del feto. Sin embargo, la ultraderecha y las iglesias evangelistas están presionando en el Parlamento para endurecer estas condiciones.
Según el proyecto de Cavalcante, un aborto realizado después de las 22 semanas sería considerado un «homicidio simple», para el cual las leyes prevén penas de entre seis y 20 años de prisión. La propuesta sostiene que esta tipificación debería aplicarse incluso en los casos en que el embarazo sea producto de una violación, lo que ha generado una ola de protestas de los grupos progresistas que respaldan al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Uno de los argumentos del oficialismo es que la pena para la mujer que aborte en esas condiciones, autorizadas por la ley, sería incluso peor que la aplicada a los violadores, que oscila entre seis y 12 años de cárcel.
El proyecto también contradice una reciente decisión de un magistrado de la Corte Suprema, que suspendió de forma cautelar una resolución del Consejo Federal de Medicina que prohibía la asistolia fetal, una técnica utilizada para interrumpir un embarazo en gestantes de más de 22 semanas en casos de violación. En su decisión, el magistrado Alexandre de Moraes aclaró que, en los contextos de violación, «la legislación brasileña no establece expresamente ningún tipo de limitación circunstancial, procedimental o temporal para la realización del llamado aborto legal».
El gobierno reaccionó a través del ministro de Derechos Humanos, Silvio Almeida, quien calificó la propuesta de «inmoralidad e inversión de los valores más básicos de la civilización».
PUBLICADO EL 13 DE JUNIO DE 2024 Con información de AFP)